miércoles, 1 de junio de 2011

Últimas tardes con Teresa


Dos mundos distantes: el del Carmelo, barrio suburbial de Barcelona que los inmigrantes levantaron con sus propias manos, a partir de los años cuarenta, y el de San Gervasio, zona residencial de chalets que sus habitantes cambian en verano por otros de la costa. El mundo de un apuesto Manolo Reyes, el Pijoaparte, vulgar ladronzuelo de moos que aspira a salir de la miseria de su entorno social, y el de una rubia y elegante Teresa Serrat, universitaria de extracción burguesa seducida por la lucha revolucionaria que redimirá a la clase obrera. Uno y otro se acercan, animados por motivos bien distintos: la osadía y la ambición consitituyen la palanca que impulsa al Pijoaparte; la conciencia política, con más elucubraciones teóricas que concreciones reales, será el espejismo que Teresa tendrá ante sí cuando vea a en Manolo la encarnación del obrero explotado.
Y entre ambos, como punto de unión, la serena y bien trazada figura de Maruja, sobre la que planea la sombra de la tragedia.


Para muchos la novela mejor de Juan Marsé. Veremos qué opinais.

Aquí os cito a todos, el 1 de julio, todos con los deberes hechos y el libro leído. Mientras tanto, ya ha comenzado el debate sobre El arrebato de Lol V. Stein